Desde el momento, en el que uno entra a la
Candelaria se transporta a otra era, donde el conocimiento domina, los pasos
son más lentos y las corbatas no están de moda, donde el tiempo se detuvo y a
la vez no, donde se ve lo verdaderamente ecléctico de Bogotá.
Guiado por varias recomendaciones, me topé con
la Totuma Corrida, un lugar en la
mítica calle del embudo que conduce al chorro de Quevedo. Este sitio representa
todo lo que es la Bogotá del centro, su electricidad, diversidad y cultura.
La tendencia que marca la totuma corrida es la
fusión cultural, que ya habíamos apreciado en la comida, pero que está vez va
más allá, involucrando diversos elementos que siempre se incorporan a nuestro
folklore ¿Acaso sólo porque es sushi se
debe comer con palillos o el vino se debe beber siempre en copa? Estamos en Colombia,
y aquí hay una tendencia que se encargará que la globalización no se robe
nuestras costumbres, pero que no es indiferente al mundo exterior, pronto se
podrá ver lo internacional dentro de nuestra en sucesos de la vida cotidiana más
allá de la gastronomía.
El que dice que una imagen vale más que mil
palabras, tal vez no sea copy, pero para estos efectos le seguiré la cuerda y
los dejo con lo cool del sitio.
Totuma y Sushi |
Totuceviche |
La Totuma Corrida. |
Los precios de este restaurante varían enteres los COP$9.000 y los COP$25.000
La Candelaría es un lugar mágico y único en Bogotá, donde se pueden encontrar los más bizarros escenarios para todo tipo de actividades, en este sector también es recomendable la famosa Peluquería, los cuenteros en el Chorro de Quevedo y los múltiples lugares de chicha.
Leonardo Leal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario